Vázquez Montalbán, Manuel. Asesinato en el comité central. Barcelona: Planeta, 2004.
Participa al concurs fotogràfic ‘Les receptes de Carvalho. Biblioteques i Mercats en xarxa’ i guanya un sopar per a dues persones al restaurant Casa Leopoldo.
“Las Ramblas se preparaban para canalizar a los buscadores de restaurantes y cafeterías. Desaparecían los transeúntes de paso ligero y los corros de jubilados ante los quioscos de periódicos. En su lugar se conformaba una masa lenta, coloquiante, más feliz, ante la perspectiva de los misterios gastronómicos encerrados en los callejones umbríos donde brotaban cada día nuevos restaurantes, una muestra más del pluralismo democrático ofrecido a la liberación del paternalismo gastronómico doméstico. En plena crisis de la sociedad patriarcal, los cabezas de familia buscaban nuevos restaurantes con la taquicardia de la aventura galante, de la salsa prohibida con crema de leche y trufas de Olot, platos con liguero y ropa interior negra transparente, platos oralgenitales, para comer a cuatro patas, con la lengua predispuesta a las polisemias de las hierbas aromáticas y los sofritos enriquecidos con picadas apiñonadas.
– Sorpréndame con algo que me ayude a despedirme memorablemente de esta ciudad durante un cierto tiempo.
El dueño de la charcutería de la calle Fernando señaló un vino rosado:
– Acaba de llegar. Es de Valladolid y es rosado natural por el tipo de uva.
– Me lo tomaré con un arroz con escupiñas.
Carvalho intentó comer en Les Quatre Barres reclamado por el «rape al ajo quemado», pero la calle estaba llena de putillas en paro y las cuatro mesas del restaurante iban a ser ocupadas por la cola de funcionarios del Ayuntamiento, de la Generalitat, que iniciaban la reconstrucción de Catalunya a partir de la reconstrucción de sus propios paladares. Inútil también aguardar turno en el Agut d’Avignon, donde las mesas se reservaban con antelación equivalente a la que había exhibido Jane Fonda para conseguir plaza en un vuelo civil a la Luna. Además Carvalho no quería proporcionar al dueño la satisfacción de rechazar clientela, una satisfacción de iraní dando o quitando o aumentando el precio del petróleo. Prefirió, pues, ir caminando hacia la Boquería a comprar dos kilos de escupiñas y pescado para hacer caldo. Luego rescató el coche del parking de La Garduña para irse a tomar un bacalao a l’hostal en el figón Pa i Trago, una casa de comidas cercana al mercado de San Antonio, donde los seres humanos civilizados pueden desayunar capipota con sanfaina desde las nueve de la mañana.
Entre el hermoso bacalao superviviente de aquellos bacalaos míticos que llegaban desde Terranova a los restaurantes barceloneses anteriores a la guerra civil y un segundo plato de tripa a la catalana con judías, Carvalho llamó al local del Comité Central del PSUC reclamando a Salvatella.
– Mañana temprano me voy a Madrid, pero me gustaría charlar con usted, con calma. Le invito a cenar en mi casa.
El otro tenía la noche muy ocupada. Tenía que explicar los acuerdos del último Comité Central en una agrupación del extrarradio y luego preparar una intervención sobre el proyecto de ley electoral que iba a debatirse dos días después en el Parlament de Catalunya.
– Imagínese además la reunión de agrupación después del asesinato de Garrido.
– Creo que hay un orden de prioridades y que hablar de mi gestión es ahora prioritario.
– Desde luego.
– Además pensaba guisar un arroz con escupiñas, muy parecido al arroz de Arzac.”
Ingredients:
1 kg de tripa de be tallada a trossets; ½ k de capipota tallada de la mateixa manera; 1 ceba; salsa de tomàquet; picada d’all, ametlles, pinyols, avellanes i pa torrat; 2 claus; 1 polsim d’herbes aromàtiques; pebre negre; pebre vermell; mongetes cuites i un mica del seu brou.
Preparació:
- Es fa un sofregit amb la ceba i el tomàquet. Quan està sòlid s’afegeix e pebre vermell, el polsim d’herbes, els dos claus, el pebre negre i la picada desfeta en el brou de les mongetes.
- Es rosseja les tripes i el capipota tallada amb aquest sofregit i s’afegeix una altra cullerada de brou, fins que les tripes estan cobertes.
- Es deixa bullir fins que es consumeix una mica el líquid i cinc minuts abans de sevir s’afegeixen les mongetes cuites i una mica més del seu brou, perquè quedi un plat sòlid, però melós i separat.
2 Comments
Quin moment més nostàlgic, en unes poques línies, tantes coses desaparegudes. Aquelles Rambles que no tornaran, les “putilles” pel carrer, la butxaca dels funcionaris, la xarcuteria del carrer Ferran, el parking de La Garduña, el PSUC… i menjar capipota, el colesterol no perdona.
Almenys sempre ens quedarà MVM i la seva obra.
I tant! Ens queda la seva obra i les seves receptes per cuinar 😉