Tots sabem que llegir és terapèutic, però no ha estat fins fa relativament poc que els professionals de la medicina s’han interessat per la lectura com a eina valuosa per millorar la qualitat de vida dels seus pacients i fer pedagogia sobre diverses malalties. En l’àmbit del nové art, en els darrers anys s’ha donat una eclosió de còmics amb aquesta temàtica, un subgènere que s’ha anomenat “medicina gràfica” (a casa nostra els pioners en aquest tema han estat Medibloc, el bloc de la biblioteca de medicina de la Universitat Autònoma de Barcelona). Avui parlem amb David Ramírez, autor de “Conviviendo 19 días”, que tracta sobre la seva experiència amb la Covid-19 i com els va afectar a ell i a l’Ivan, el seu marit, que va patir la malaltia i amb qui va compartir confinament.

1. Quan et vas adonar que volies dedicar-te al món del còmic? Va ser quelcom de gradual o vas tenir una epifania d’algun tipus?
Me aficioné a dibujar desde muy pequeño. ¡No recuerdo una época en mi vida en la que no lo haya hecho! La mitad de las veces durante los recreos de los primeros cursos de primaria, cuando los demás niños salían a jugar al fútbol o al pilla-pilla yo me quedaba en el aula garabateando monigotes. Conforme fui creciendo descubrí que también me gustaba contar historias, así que la unión lógica de ambas aficiones resultó ser el mundo del cómic.
2. Qui són els teus referents al món del còmic (dibuixants, guionistes…), i per què aquests i no pas altres?
La Santísima Trinidad serían Jan (SuperLópez), Akira Toriyama (Bola de Drac) y Quino (Mafalda), diría que son los autores que más me han influido. Ya de más mayor, soy muy fan de Albert Monteys, Bill Watterson, Arthur Adams o Luke Pearson, por citarte otros autores que creo que también me han influido. El cómic que más estoy disfrutando ahora mismo es Giant Days, de la editorial Fandogamia.
3. El teu estil és molt proper al dels dibuixos animats. Algun cop t’has plantejat treballar en animació o ho has fet? Com va ser l’experiència?
Bueno, de hecho el año pasado se estrenó Momonsters en Clan TV, una serie de animación dirigida a público preescolar en la que he coescrito los guiones junto con Javier Martínez. Si no pasa nada raro, a principios del 2022 estrenamos la segunda temporada. La experiencia ha sido muy buena, la serie está teniendo bastante tirón y, quieras que no, te hace ilusión que tantos peques les cojan cariño a los personajes y se rían con tus chorradas. Durante las primeras semanas del estreno, varios amigos me mandaron vídeos de sus hijos imitando el baile que hacen los protagonistas en todos los episodios y verlos tan implicados era genial. Ya había realizado en su día cómics para público infantil, como Dinokid, y me lo había pasado teta. ¡Son un público muy agradecido! A nivel gráfico, he estado involucrado también en algunos proyectos de animación porque, como dices, tengo un estilo de dibujo muy “animable”. Aunque por desgracia no han acabado llegando a buen puerto. Hacer un cómic es relativamente barato, al fin y al cabo casi que la única inversión la tiene que hacer el autor o autores, y es poner su tiempo. Pero para tirar para adelante una serie de animación ya se requiere bastante más, mucha gente, mucho dinero… y hablamos de cifras de 7 u 8 dígitos. Eso lo complica todo bastante, de ahí que cada proyecto que acaba cristalizando sea un pequeño milagro.

4. L’humor està molt present a la teva obra. Quin paper ocupa l’humor a la teva vida?
¡Es fundamental! Me resultaría muy raro realizar un cómic completamente serio de la misma manera que me resultaría completamente extraño estar un día sin decir alguna chorrada. Recuerdo que una vez me atracaron de noche poniéndome una navaja en el cuello y, aún en esa situación, empecé a hacer bromas. Hasta que me di cuenta de que uno de los atracadores estaba un poco p’allá y pensé “David, cierra el boquino que este público es difícil”.

5. Ara m’agradaria tractar el tema de les xarxes socials. Moltes autores i autors fan servir diverses plataformes (Patreon, Kickstarter, Verkami…) per tal de donar-se a conèixer i arribar al seu públic. Tu mateix ets molt actiu a twitter o Instagram, per exemple. Quin lloc ocupen les xarxes en la teva vida com a autor de còmic?
Hoy en día, las RRSS me parecen un método muy efectivo para interaccionar con tu público. Antes, el único contacto que tenía con mis lectores se daba durante las sesiones de firmas, y solían ser breves momentos en los que daba tiempo para intercambiar cinco frases y gracias. Las RRSS también son útiles para mostrar o publicitar tu obra. Lo malo es que el tiempo que dedicas a eso te lo quitas de hacer cómics, claro. El otro día me estaba leyendo Cómo hacer un cómic sin tener ni puta idea, de Rosa Codina y Javier Marquina, y hubo una página del cómic que me hizo mucha gracia por lo real que resultaba. Los autores hablaban de que después de realizar la obra el trabajo del creador no finaliza, porque toca promocionarlo, y aparecían ataviados con el típico traje del hombre orquesta que tiene que estar tocando cinco instrumentos a la vez. Es la metáfora perfecta de lo que implica ser autor de cómics en nuestro país, tú te lo escribes, tú te lo dibujas, tú te lo rotulas, tú te lo promocionas… Los crowdfundings tipo Kickstarter o Verkami me los he planteado a veces, pero temo que para lo único que servirían sería para añadirle más instrumentos al hombre orquesta: la edición, la distribución… aún menos tiempo para contar historias con dibujos, que es al fin y al cabo lo que quiero hacer realmente.

6. Parlem del teu còmic, Conviviendo 19 días. La pandèmia ens va agafar a tots per sorpresa i va posar a prova la nostra fortalesa i resiliència com a societat i individualment. Per a tu, el tema va ser encara més intens, ja que el teu marit va agafar el virus. Quins recursos (tan exteriors com interiors) vas posar en marxa per tal de suportar aquesta experiència tan estressant?
Al inicio de la pandemia, aún antes de que Ivan, mi marido, se contagiara, ya me costaba concentrarme. Y cuando él enfermó, pues imagina. Me habían hecho dos encargos que en condiciones normales habría tenido listos en una semana, pero se acabaron prolongando durante casi un mes. Y tampoco encontraba ocio con el que poder desconectar: me resultaba imposible abstraerme leyendo o viendo una serie o película. Así que dibujar se acabó convirtiendo en mi tabla de salvación, fue la única manera que encontré de poder pasar horas concentrado en algo que no fuese ver/leer noticias sobre el coronavirus o preocuparme por Ivan. Supongo que en parte por eso siempre me ha gustado dibujar, porque me relaja, por la sensación de control que da… Quiero decir, fuera, en el mundo exterior, pueden estar pasando todas las desgracias que quieras, y de eso el 2020 venía bien cargado. Pero dentro de los márgenes de la hoja dinA4 en blanco, el que mandaba era yo. Imagino que eso me daba paz en cierta manera.
7. Et va sorprendre alguna de les teves reaccions de la gent davant la pandèmia i el posterior confinament? Quines lliçons n’has extret tu personalment (si n’has tret alguna)?
Yo, de normal, la mitad de los días no salgo a la calle. Trabajo en casa, así que cuando empezó el confinamiento duro pensé: “esto va a ser pan comido porque llevo toda mi vida entrenando para esto”. Y al cuarto día ya me estaba subiendo por las paredes, no es lo mismo no hacer algo porque no te apetece a no hacerlo porque no puedes. Y también porque Ivan trabaja en la sanidad pública así que él sí que tenía que salir todos los días y estar en primera línea, eso me intranquilizaba mucho. La otra lección que he sacado, aparte de descubrir que no soy tan ermitaño como creía, ha sido aprender a abrirme contando historias. Hasta el Conviviendo 19 días todos mis cómics habían sido de humor, comedias 100%. Cuando empecé a contar esta historia, me di cuenta de que a algunos de los hechos no había manera de sacarles el punto gracioso. Tomé la decisión de narrar las cosas tal cual y, en los momentos en los que fuese necesario, quitarme la armadura de la ironía y la broma que me había protegido hasta ahora para mostrar mis debilidades: el miedo, la incertidumbre, la tristeza… Creo que el lector aprecia esa sinceridad porque se ve muy reflejado en ella. Lo que no quiere decir que la obra sea un dramón, ojo. Soy optimista por naturaleza y todas las páginas están impregnadas de esa mentalidad y plagadas de gags cuando consideraba que era oportuno. El mejor piropo que me han dicho a raíz de este cómic, y me lo ha hecho mucha gente, es que han reído y llorado con la historia, a veces incluso con la misma página.
8. Durant el confinament jo vaig seguir les teves tires per Twitter i m’ajudaven a portar el dia a dia i sentir que no estava sola en aquesta experiència tan estranya. Vas començar a fer-la amb la idea de publicar un còmic o va ser quelcom que va sorgir posteriorment?
Me puse a dibujarlas cuando Ivan comenzaba a estar fuera de peligro (antes de eso yo no tenía la cabeza para dibujar nada). Al principio eran solo un divertimento para él y para mí. Me daba miedo empezar a compartirlas en mis redes y que, de repente, su salud empeorase. Ya había pasado eso una semana antes: al séptimo día de estar enfermo Ivan estuvo casi medio día sin tener fiebre, la cosa parecía que mejoraba… hasta que, de manera súbita, empezó a tener dificultades para respirar y tuvo que venir una ambulancia para llevárselo al hospital inmediatamente. Como no sabíamos (ni nosotros ni nadie) cómo actuaba esta enfermedad, yo tenía miedo de que a pesar de la aparente nueva mejoría él volviera a recaer, así que fui dibujando páginas solo para mantener la cabeza ocupada en algo y para entretenerlo mientras él estaba en el hospital, mandándole las páginas por Whatsapp cada vez que acababa una. Cuando llevaba unas 8 o 9 páginas, que Ivan ya había vuelto a casa aunque teníamos que seguir haciendo vida separada por prescripción médica, empecé a subirlas a Twitter e Instagram (@davidramirezros) y a Facebook. Al ver la repercusión fue cuando me planteé hacer un cómic dedicado por completo a esta vivencia. Tenía miedo por si el tema no iba a dar para tanto y mira, al final fueron 182 páginas.
9. Podríem dir que Conviviendo 19 días pertany al “subgènere” de la medicina gràfica ( podeu trobar més informació a @GraficaMedicina). Aquests còmics tracten malalties molt diverses, tant mentals com físiques, i exploren la realitat de les persones que les pateixen i de com es relacionen amb el sistema sanitari i el seu entorn. Què penses d’aquest nou gènere? Per què ha sorgit ara i no abans? És una senyal de la maduresa dels autors i del públic o no té res a veure amb això?
Sí que es cierto que ahora parece haber más cómics de este estilo, pero no es un invento reciente, ahí están Píldoras azules del 2001 donde Frederik Peeters narra cómo empieza a salir con una chica seropositiva, y las dudas que tenía acerca de la enfermedad, o La ascensión del gran mal, en la que David B habló a finales del siglo pasado de su juventud y de la epilepsia que sufría su hermano. El cómic es una herramienta que puede servir para contar cualquier historia, como la literatura o el cine, y poco a poco la gente se va dando cuenta de eso. A este respecto, recuerdo que cuando se empezó a publicar manga en España, a mediados de los 90, las noticias que llegaban de la industria editorial japonesa me fascinaban. Tenían (y tienen) tal volumen de lectores, millones, que podían diversificar las temáticas hasta el punto de tener cosas tan específicas como mangas dirigidos a “salaryman” (oficinistas). ¡Cualquier tipo de historia es susceptible de ser contada en viñetas!
10. Quins són els teus projectes futurs? Ens en pots parlar una mica?
Justo ahora estoy acabando el cómic que hubiera hecho durante el 2020 si el 2020 hubiera sido un año normal: la continuación de Tal Cual. Tal Cual fue un recopilatorio de todas las páginas autobiográficas sobre mi vida cotidiana que dibujé en el 2019. Me lo pasé tan bien haciéndolas que, a finales de ese año, pensé: “el año que viene haré lo mismo”. Pero bueno, el 2020 tenía otros planes… O no, al fin y al cabo, Conviviendo 19 días también son páginas autobiográficas narrando nuestra vida, solo que en el contexto de una pandemia mundial. Pues eso, si todo va bien y la crisis del papel lo permite, esta continuación del Tal Cual se pondrá a la venta el primer semestre del 2022. Más allá de eso, tengo dos proyectos muy diferentes en la cabeza, uno más realista y otro más fantástico. Aún no me he decidido por cuál tirar, porque me apetecen un montón los dos. Algunos días me levanto optimista y me planteo ponerme con los dos a la vez, pero ya veremos, porque el “multitasking” lo llevo regular…
Ens ha encantat parlar amb en David i seguirem de ben a prop la seva obra. Si us heu quedat amb les ganes de saber-ne més, esteu de sort, perquè el dia 1 de desembre a les 18:30 hores, en David visitarà la biblioteca Joan Miró per presentar “Conviviendo 19 días”.
2 Comments
Molt interessant aquesta proposta. Per oblidar-nos d’aquesta experiència viscuda tan fotuda.
Per no oblidar-nos, perdó